- El gótico en Italia :
- La catedral de Siena:

Duomo di Siena es la catedral medieval de Siena, Italia.
La Catedral, al principio fue diseñada y terminada entre 1215 y 1263 sobre el sitio de una estructura más antigua.Es quizás el ejemplo más perfecto de arquitectura gótica italiana, Nicola Pisano fue el arquitecto responsable de diseñar la mayor parte de la catedral . Si se caracteriza por algo es por el rayado horizontal, que recuerda a un tablero de ajedrez.Tiene la forma de una cruz latina con un crucero, un domo y un campanario. La base del domo es octagonal y sólo se hace circular encima de las columnas de apoyo. La linternilla, encima del domo, fue añadida por el famoso Gian Lorenzo Bernini. La nave principal esta separada de las otras dos naves por arcos de medio punto. El exterior e interior están construidos de mármol rayado blanco y verdoso negro, con la adición de mármol rojo sobre la fachada. Blanco y negro son los colores simbólicos de Siena, sacado de los caballos blancos y negros de los fundadores legendarios de la ciudad: Senio y Asquio.
- Palacio comunal de Siena:
El Palacio Comunal, llamado Palazzo Pubblico, de la ciudad italiana de Siena se encuentra en la Piazza del Campo, que tiene forma de abanico. Este Ayuntamiento data del siglo XIV. Su construcción comenzó en 1297 y su propósito original era albergar el gobierno republicano, formado por el Podestà y el Consejo de los Nueve.
El exterior de la estructura es un ejemplo de arquitectura medieval italiana con influencias góticas. La planta baja es de piedra; las superiores están hechas de ladrillo. La fachada del palacio está ligeramente curvada hacia el interior (cóncavo) para reflejar la curva exterior de la Piazza del Campo.
Es famoso su campanario (Campanile), llamado Torre del Mangia, erigido entre 1325y 1344 con su parte superior diseñada por el pintor Lippo Memmi. La torre fue diseñada para superar en altura a la torre de Florencia, vecina y rival; en aquella época era la estructura más alta de Italia. Fue dotada de un reloj mecánico a mediados del siglo XIV.
Prácticamente todas las grandes salas del interior del palacio contienen frescos, siendo los más famosos de Simone Martini y Ambrogio Lorenzetti. Estos frescos fueron inusuales en su época, pues fueron encargo de los gobernantes laicos, más que de la iglesia o de una fraternidad religiosa.

Palazzo Pubblico de Siena, con su fachada curva y su famosa Torre del Mangia.
- Catedral de Florencia:
La catedral (o duomo en italiano) consagrada a Santa María del Fiore se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad. Data del siglo XIV, en pleno Renacimiento temprano. Es famosa por su gran cúpula, que tiene 45 m de diámetro y 100 de altura. Fue diseñada por Brunelleschi, uno de los más grandes arquitectos renacentistas. En el interior contiene unos frescos de Giorgio Vasari que representan el juicio final. El edificio, de unas dimensiones gigantescas, es de cruz latina, con una nave principal y dos laterales. El suelo está recubierto de mármol de colores que forma un laberinto de formas y texturas. Excepto la cúpula y los tejados de cerámicas naranjas, las paredes del templo están recubiertas de mármol toscano blanco, verde y rosa, formando dibujos nerviosos y mágicos. Este recubrimiento data del Renacimiento, excepto el de la fachada, que es del siglo XIX.
Una característica que tienen muchos templos italianos es que el campanario no está unido a la iglesia, sino separado, a pocos metros de la misma. Fue diseñado por Giotto y está completamente recubierto por mármol toscano de colores vivos.
Justo delante de la catedral se encuentra el suntuoso baptisterio, lugar donde se bautizan los bebés. El gran atractivo del baptisterio es la puerta Este, con paneles donde Ghiberti talló unos bajorrelieves en la madera y más tarde recubrió con papel de oro. Movido por su gran ego, talló su propia imagen en la puerta.
- La básilica de Santa cruz(Florencia)
La Santa Cruz (italiano: Santa Croce) es una basílica católica de la ciudad de Florencia (Italia). Se empezó a construir el 3 de mayo de 1294 sobre las ruinas de una pequeña iglesia erigida en 1252 por los franciscanos tras la muerte de San Francisco de Asís.
La edificación de la basílica de Santa Cruz comenzó en 1294, habiendo sido diseñados los planos por Arnolfo di Cambio. Es la iglesia franciscana más grande del mundo. Subvencionada por el pueblo y la República florentina, se construyó sobre la base de una pequeña iglesia, cercana a las murallas de la villa, edificada en 1252 por los franciscanos poco después de la muerte de San Francisco. Los restos de la antigua iglesia no pudieron ser localizados hasta 1966 cuando, tras las inundaciones que devastaron la ciudad, una parte del pavimento de la actual basílica se hundió.
Desde su origen, la historia de la Santa Cruz está íntimamente ligada a la propia historia de Florencia. Durante los siete siglos transcurridos desde su fundación, la basílica fue objeto de remodelaciones y nuevos proyectos de modernización adquiriendo, así, nuevas connotaciones simbólicas: desde su origen primero de iglesia franciscana, a convertirse en «municipio» religioso para las grandes familias y las corporaciones de la Florencia medicea, de laboratorio y taller artístico —humanista a comienzos del Renacimiento— a centro teológico, de panteón de las glorias italianas hasta convertirse en un lugar de referencia, en el siglo XIX, de la historia política de la Italia pre y post-unitaria.
Desde siempre, Santa Cruz fue un símbolo prestigioso de la ciudad de Florencia y un lugar de reencuentro para los más grandes artistas, teólogos, religiosos, hombres de letras y políticos. Pero fue, asimismo, para las poderosas familias que, tanto en la prosperidad como en la adversidad, participaron en la creación de la identidad de la Florencia de finales de la Edad Media y del Renacimiento. Su convento ofreció hospitalidad a los personajes más célebres de la historia de la iglesia: San Buenaventura, San Antonio de Padua, San Bernardino de Siena, San Luis de Anjou, Obispo de Toulouse. Sirvió, asimismo, como lugar de retiro y reposo para varios Papas: Sixto IV, Eugenio IV, León X, Clemente XIV. Con su arquitectura gótica imponente, sus maravillosos frescos, los retablos del altar, amén de los preciosos vitrales y las numerosas esculturas, esta iglesia representa una de las páginas más importantes de la historia del arte florentino desde el siglo XIII.
- Palazzo Vecchio:

El Palazzo Vecchio (traducido al español, Palacio Viejo) se encuentra en la Plaza de la Señoría, en Florencia (Italia). En su interior el palacio acoge un museo en el que se exponen obras de: Bronzino, Miguel Ángel, Giorgio Vasari y otros.
Llamado, en origen, Palacio de la Signoria, nombre del organismo principal de la República florentina, fue cambiando de nombre: Palacio del Priori o Palacio Ducal, dependiendo de los diversos gobiernos de la ciudad.
La primera construcción se atribuye a Arnolfo di Cambio que la inició en 1299 incorporando la antigua torre de Foraboschi en la fachada. Tras la muerte de Arnolfo, en 1302, el palacio fue terminado, por otros artistas, en 1314.
La forma exterior del edificio es la de un paralelepípedo y en la fachada principal se encuentra la Torre de Arnolfo, uno de los emblemas de la ciudad.
En 1400 la torre y el jardín interior tuvieron que ser reconstruidos ya que corrían peligro de derrumbarse.
Entre sus estancias más importantes, sobresale el Salón de los Quinientos, cuya decoración mural se encomendó a Leonardo da Vinci (La batalla de Anghiari) y a Miguel Ángel (La batalla de Cascina). Lamentablemente, ninguna de ambas pinturas se completó y las paredes fueron recubiertas por otros artistas.
Entre 1540 a 1550 el edificio fue utilizado como residencia de Cosme de Médicis llamándose, entonces, Palacio Ducal.
- La escultura gótica:

La escultura gótica es el estilo escultórico que corresponde al periodo gótico del arte occidental, y por tanto se extiende desde finales del siglo XII a comienzos del siglo XV por la Europa Occidental cristiana.
La dependencia de la escultura gótica frente al soporte arquitectónico continúa siendo muy importante, como en el periodo románico, aunque se producen algunos cambios: los capiteles dejan de ser un espacio preferente para los relieves; las arquivoltas de los pórticos pasan de ser decoradas en sentido radial para serlo en el sentido de los arcos (ahora apuntados); el altar mayor pasa a acoger retablos cada vez más complejos, que pueden ser pictóricos o escultóricos (habitualmente de madera policromada, no hay que olvidar que la policromía acompañaba también a la escultura en piedra). Las esculturas de bulto redondo empiezan a independizarse de las paredes y a hacerse cada vez más autónomas. Las adosadas a las columnas y parteluces se hacen más esbeltas y dinámicas. Se considera a las del pórtico oeste (el llamado real) de la catedral de Chartres (hacia 1145) el ejemplo más temprano del gótico, y significaron una revolución en el estilo y un modelo para generaciones de escultores, que parecen provenir de la región de Borgoña.
La expresividad cambia, haciéndose menos hierática y más expresiva, reflejando sentimientos (dolor, ternura, simpatía), acentuando la tendencia del último románico (por ejemplo el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela), y en coincidencia con una nueva mentalidad, más urbana y próxima a los conceptos filosóficos de hombre y naturaleza en la filosofía escolástica y la renovación de la espiritualidad (herejías medievales, San Francisco de Asís). En concreto la representación de las distintas escenas de la vida de Cristo se hacen desde una perspectiva más humana, con el fin de acercarlo a la experiencia vital de cada fiel: desde el Nacimiento hasta la Crucifixión. La representación de la Virgen María, sola o con el niño (como Madre de Dios o Theotokos), suele hacerse más femenina y maternal, mientras que en el románico solía reducirse a un mero trono donde Cristo se sienta para gobernar al mundo.
Todo lo anterior podría decirse igualmente de la pintura de su época (ambas artes plásticas son en gran medida coincidentes, en ambos casos limitados al arte figurativo). En cuanto a la temática de ambas, sigue siendo casi exclusivamente religiosa, aunque es posible encontrar algunas manifestaciones que no lo son del todo, como retratos, paisajes... a diferencia del románico, en que el monopolio de la temática religiosa es aún más claro. En Alemania aparecerá por primera vez desde la Antigüedad clásica una escultura ecuestre de bulto redondo, el Jinete o Caballero de Bamberg (1240, catedral de Bamberg).
En cambio, el arte cisterciense, una de las corrientes espirituales y estéticas que representan la esencia del gótico inicial (basada en las ideas de Bernardo de Claraval), es un movimiento casi iconoclasta, pues rechaza la utilización de esculturas y pinturas en los monasterios (aunque las justificaba en las parroquias).
- La pintura gótica:

La pintura gótica, una de las expresiones del arte gótico, no apareció hasta alrededor del año 1200, es decir, casi 50 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura góticas. La transición del románico al gótico es muy imprecisa y no hay un claro corte, y podemos ver los comienzos de un estilo que es más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo previo, a principios del siglo XIII. El impulso decisivo de esta pintura realista cristiana se produjo en la Italia septentrional de finales de siglo. Diseminándose por el resto de Europa, el periodo gótico se extendió durante más de doscientos años.
Patética expresión de dolor en uno de los ángeles del Llanto sobre el cuerpo de Cristo, pintura mural realizada por Giotto (h. 1266-1337) en la Capilla de los Scrovegni de Padua.
La característica más evidente del arte gótico es un naturalismo cada vez mayor, frente a las simplificadas e idealizadas representaciones del románico. Se considera que esta característica surge por vez primera en la obra de los artistas italianos de finales del siglo XIII, y que marcó el estilo dominante en la pintura europea hasta el final del siglo XV. La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes, no obstante, sigue siendo poco usual. Se desprende de los convencionalismos y amaneramientos bizantinos y románicos, pero no toma como ideal de belleza el arte griego ni romano antiguo. Por lo mismo, aunque dicha pintura es un verdadero renacimiento, se distingue de la propiamente llamada del Renacimiento clásico en que no cifra, como ésta, su perfección en la belleza de las formas exteriores (que, aun sin descuidarlas, resultan, a veces, algo incorrectas en la pintura gótica) sino, sobre todo, en la expresión de la idea religiosa y en dar a las figuras cierto sabor místico y eminentemente cristiano. A pesar de ello, también ha de decirse que es en este momento en el que comienza la pintura profana, esto es, la pintura en que los temas ya no son siempre religiosos.
En el gótico, en correspondencia con las nuevas tendencias filosóficas y religiosas (recuperación de la filosofía de Aristóteles a través del averroísmo, humanismo de San Francisco de Asís) se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico. El artista gótico busca su inspiración en la vida. Hay mucho sentimiento en las obras góticas. Paralelamente, la cultura burguesa demanda una nueva elegancia dentro del arte. Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad,... que se logran con técnicas más refinadas.
En el principio del periodo gótico, el arte se producía principalmente con fines religiosos. Muchas pinturas eran recursos didácticos que hacían el cristianismo visible para una población analfabeta; otras eran expuestas como iconos, para intensificar la contemplación y las oraciones. Los primeros maestros del gótico conservaban la memoria de la tradición bizantina, pero también crearon figuras persuasivas, con perspectiva. En efecto, se produjeron lentos avances en el uso de la perspectiva y de otras cuestiones técnicas en pintura en cuanto al tratamiento de los soportes (que permiten la mayor difusión de un arte mobiliar), los pigmentos y los aglutinantes.
La pintura es la representación de imágenes sobre una superficie, durante el periodo gótico, se practicaba en cuatro técnicas principales: pintura mural, vidrieras, pintura sobre tabla y miniaturas.
Anónimo, San Bernardo de Claraval, Inicial de la letra B en un manuscrito del Siglo XIII.
- Videos de interés :
http://www.youtube.com/watch?v=ua1RnroWDnA
http://www.youtube.com/watch?v=Ol3JDyD4UF4
http://www.youtube.com/watch?v=gv6GcEa477A&feature=channel
http://www.youtube.com/watch?v=ognfM0jy_wo&feature=channel
No hay comentarios:
Publicar un comentario