
- Los foros imperiales:

El primero es el foro de César comenzado en el año 51 a. J. Se trataba de una plaza rectangular y cerrada a los pies de la Roca Capitolina, con ábside para las estatuas de culto y rodeado por columnas. Al fondo preside el templo de Venus Genitrix, divina progenitora de la estirpe de César y madre de Eneas, quien se había casado con Lavinia, hija del rey Latino, con la que tuvo un hijo, Julio, antecesor de los Julios. La ordenación regular del foro fijó un tipo para los subsiguientes edificados en Roma. Su hijo Augusto edificó su foro formando ángulo recto con el suyo, inaugurado el año 2 a. de C. Al fondo, un nuevo templo, Marte Vengador construido en mármol de Carrara, rodeado también por ocho columnas en la fachada y otras tantas laterales en las exedras. Bajo los pórticos se colocaron estatuas de héroes y grandes generales de la república, anunciando una solución que luego adoptará el foro de Trajano. Vespasiano, después de triunfar en la guerra contra los judíos, entre los años 71 y 75 , dispuso la construcción, a poca distancia del foro de Augusto, del Templo de la Paz, que podía considerarse como una continuación de los dos foros anteriores. Posteriormente, Domiciniano utilizó el escaso espacio libre entre el Templo de Augusto y el Templo de la Paz, para construir el foro de Nerva, o Transitorium. Por su función de trámite, se formó un conjunto único y orgánico sin solución de continuidad.
Al oeste del foro de Augusto, se realizó el foro de Trajano, el más completo, suntuoso y espectacular de todos, finalizándolo en el siglo II. En realidad, los anteriores se concibieron como grandiosos atrios de los templos con los que formaban unidad. Sin embargo, este no es un templo el que se articula con la plaza, sino una gran basílica, la Basílica Ulpía, cuyo eje se sitúa transversalmente respecto al eje general del conjunto. Se entraba por un arco de triunfo, y en el centro se alzaba la estatua ecuestre del Emperador. A los dos lados de la columnata, dos exedras inspiradas en el foro de Augusto, y al frente, la fachada lateral de la basílica, cuyos ábsides riman con las exedras. A sus espaldas, se alzaba la gran columna del Emperador, dos bibliotecas, griega y latina, y el templo con un nuevo patio porticado. El constructor de todo el conjunto fue Apolodoro de Damasco. Era casi de una grandiosidad oriental. Del Foro de Trajano proceden un sin número de fragmentos de sorprendente belleza diseminados por las iglesias y los museos de Roma.

- El coliseo:
El Coliseo (Colosseum en latín) es un gran anfiteatro de la época del Imperio romano, construido en el siglo I en el centro de la ciudad de Roma y bajo jurisdicción de ciudad Vaticano, por su procedencia ligada a el catolicismo. Originalmente era denominado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), en honor a la Dinastía Flavia de emperadores que lo construyó, y pasó a ser llamado Colosseum por una gran estatua ubicada junto a él, el Coloso de Nerón, no conservada actualmente. Por sus características arquitectónicas, estado de conservación e historia, el Coliseo es uno de los monumentos más famosos de la antigüedad clásica.
En la antigüedad poseía un aforo para 50.000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al Este del Foro Romano, y las obras empezaron entre el 70 d. C. y el 72 d. C., bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio Romano, se completó en el 80 d. C. por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.
El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose los últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d. C. Así como las peleas de gladiadores, muchos otros espectáculos públicos tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica. El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza y cantera. De sus ruinas se extrajo abundante material para la construcción de otros edificios, hasta que fue convertido en santuario cristiano, en honor a los prisioneros martirizados durante los primeros años del Cristianismo. Esta medida contribuyó a detener su expolio y a procurar su conservación.
Aunque la estructura está seriamente dañada debido a los terremotos y los picapedreros, el Coliseo siempre ha sido visto como un icono de la Roma Imperial y es uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura romana. Es una de las atracciones turísticas más populares de la moderna Roma y aún está muy ligado a la Iglesia Católica Romana, por lo que el Papa encabeza el viacrucis hasta el anfiteatro cada Viernes Santo.
El 7 de julio de 2007, fue reconocida como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.

- El mercado de Trajano:
El Mercado de Trajano (en latín: Mercatus Traiani) es un gran complejo de ruinas situado en la ciudad de Roma, en la Vía del Foro Imperial (en italiano: Via dei Fori Imperiali), en el lado opuesto al Coliseo. Esta área comercial de planta semicircular surgió contemporánea al Foro de Trajano al principio del siglo II, con el fin de ocupar y aguantar el corte llevado a cabo en el regazo del Monte Quirinal, que se hizo para construir esta parte de los Foros imperiales.
Fue construido entre los años 107 y 110 por Apolodoro de Damasco, que sirvió al emperador Trajano, y fue uno de los grandes arquitectos de Roma. El mercado fue uno de los puntos de Roma donde había más intercanbios de bienes, fue creado para esto ante el poco abasto que ofrecían los demás Foros. Este llegó a poseer 150 tiendas repletas de bienes y gente dispuesta a comprarlos, siendo un aporte a la economía del Imperio Romano durante el siglo II.
Durante la Edad Media el complejo fue transformado de manera considerable: se le añadieron diversos pisos, que son visibles en la actualidad, y elementos defensivos, como la Torre de las Milicias (en italiano: Torre delle Milizie), levantada en el año 1200. Más tarde se construyó un convento, el cual se derribó al principio del siglo XX con la intención de recuperar el Mercado de Trajano para la ciudad de Roma.
Los niveles superiores del mercado albergaban las oficinas, mientras que en la parte de abajo, delante del Foro de Trajano, había tiendas (en latín: tabernae) que vendían aceite, vino, pescados y mariscos, frutas y verduras y otros alimentos. Las casas medievales se construyeron en el piso superior, frente al segmento semicircular de la Vía Biberatica.


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